En este proyecto todo tuvo que ver con detalles, detalles y más detalles.
El diseño “custom” de cada mueble en este proyecto fue la clave para lograr la armonía y personalidad irrepetible que nuestros clientes soñaban.
Debido a la naturaleza del espacio, uno de los retos fue poder seleccionar mobiliario, y crear espacios varios pero sin que se sintiese “apretado” el espacio.
Nos decidimos por colores blancos, azules y verdosos y un tono de madera claro para crear frescura y limpieza visual. Uno de los toques más hermosos de este proyecto fue la cocina abierta hecha a la medida del color, exacto que habíamos imaginado desde el principio.
Al final, logramos maximizar los espacios, y crear ambientes súper agradables para nuestros clientes y para sus invitados.