Se desarrolló en un espacio de 300 metros cuadrados, una distribución para albergar las funciones operativas al igual que el manejo de la marca presente en Panamá.
Fue sumamente importante mantener el orden visual, característico de la marca al igual que el diseño personalizado de mobiliario a la medida para que cada equipo e insumo tuviese un lugar específico sin desperdiciar ningún metro.
El mayor reto en este proyecto fue utilizar cada metro cuadrado de forma inteligente para lograr que cada centímetro fue vital para cumplir con el ambicioso programa que necesitaban las oficinas.
Decidimos por el color azul para dar un toque de formalidad pero igual tendencia en colores nuevos, combinados con las tonalidades de madera nuez que lograron una sobriedad y estilo que buscaban nuestros clientes.